Hoy me ha venido a la mente otra de mis reflexiones.
Hay gente a la que le parece caro lo que hago, gente a la que le parece barato y otro tipo de gente que simplemente le parece adecuado, no hay termino medio. Nunca he querido dedicarme a esto como un trabajo, siempre lo he dicho y siempre lo seguiré diciendo, pero tal y como están las cosas ultimamente en el mundo laboral y después de todas aquellas personas que han depositado toda su ilusión en mí tenía que hacerlo. Pero sigo viéndolo como un hobby y no como un modo de vida y lo explico. Yo no veo una pintura como algo a lo que se le pueda poner un precio, yo se lo pongo y la gente lo paga, pero nunca sé si es poco o es mucho, y siempre pienso que sea lo que sea, no es suficiente, no porque la mayoría de la gente no llega a entender que cuando yo pinto algo en una pared eso vá a ser único en el mundo, es algo hecho a mano y que sale de un talento que yo tengo en lo más profundo de mi ser, algo que no todo el mundo puede hacer y que no todo el mundo se puede dar el privilegio de poder tenerlo o disfrutarlo. Nunca quise dedicarme a esto como profesión porque es algo que hago porque me fluye de dentro, nadie me obliga, lo hago porque quiero hacerlo y porque siempre habrá algún cliente que me pida alguna cosa y que no quede del todo satisfecho, y eso a mí por lo menos me ofende como artista y me anula como persona, algo que lo haces con toda la ilusión del mundo y que piensas que a esa persona le vá a gustar y luego sin embargo no hace más que poner pegas...
Pero lo que hace que siga adelante y me engrandezca es las personas que verdaderamente ven el talento y la viveza de mis pinceles y mis manos, por esas personas merece la pena seguir creyendo que todavía puedo sacar mucho más partido de lo que tengo dentro.
